El hamamelis, cuyo nombre científico más común es Hamamelis virginiana, es un arbusto o pequeño árbol caducifolio originario de América del Norte. Es ampliamente conocido y valorado en la herbolaria, el naturismo y la cosmética natural por sus excepcionales propiedades astringentes, antiinflamatorias, antioxidantes y calmantes. Tradicionalmente, se utiliza la corteza, las hojas y las ramitas, pero el producto más popular derivado de la planta es el agua de hamamelis (o destilado de hamamelis), un ingrediente natural esencial para el cuidado de la piel irritada, grasa y con imperfecciones, contribuyendo al bienestar natural y la salud natural.

La historia del hamamelis está intrínsecamente ligada a las prácticas medicinales de los nativos americanos. Tribus como los Iroquois y los Chippewa lo utilizaban para tratar una amplia gama de dolencias, incluyendo heridas, hinchazones, tumores, dolores musculares, resfriados y problemas oculares. Lo aplicaban en forma de cataplasmas, infusiones o decocciones.
A partir del siglo XVIII, los colonos europeos adoptaron el uso del hamamelis de los nativos americanos, y su popularidad creció en la medicina occidental. En el siglo XIX, el destilado de hamamelis se convirtió en un producto farmacéutico común, valorado por su capacidad para aliviar la inflamación y actuar como un suave antiséptico. Hoy en día, el hamamelis es un componente fundamental en tónicos faciales, limpiadores, tratamientos para el acné, productos para después del afeitado y remedios para afecciones como las hemorroides y las picaduras de insectos. Si buscas un remedio natural eficaz y suave para calmar tu piel, reducir el enrojecimiento o manejar el acné, el hamamelis es una opción excelente que puedes encontrar en farmacias, tiendas naturistas y supermercados.
Un Regalo del Nuevo Mundo: La Historia del Hamamelis
La historia del hamamelis es un testimonio de la sabiduría de las culturas indígenas de América del Norte y su profunda conexión con la naturaleza.

Los nativos americanos fueron los primeros en descubrir y utilizar las propiedades medicinales del hamamelis. Su nombre común en inglés, “witch hazel”, tiene un origen etimológico incierto, pero se cree que “witch” podría derivar de “wych”, una antigua palabra inglesa que significa “doblar” o “flexionar”, en referencia a las ramas flexibles del árbol, que también se utilizaban para la “búsqueda de agua” o radiestesia. Las tribus lo empleaban para una gran variedad de dolencias: desde baños y compresas para dolores musculares y artríticos, hasta infusiones para resfriados, fiebre, irritaciones de garganta, y como un potente astringente para hemorragias e inflamaciones externas.
Con la llegada de los colonos europeos, el uso del hamamelis fue rápidamente adoptado. A mediados del siglo XIX, se comenzó a producir y comercializar el “Agua de Hamamelis” o “Witch Hazel Distillate”, que se convirtió en un pilar de los botiquines caseros por sus propiedades astringentes y antiinflamatorias. Era un remedio popular para cortes, raspaduras, quemaduras solares, picaduras de insectos, y como un tónico facial.
A lo largo del siglo XX, la investigación científica comenzó a identificar los principios activos del hamamelis, validando muchos de sus usos tradicionales. Su perfil de seguridad y su eficacia en el tratamiento de afecciones de la piel lo han mantenido como un ingrediente natural de referencia en la cosmética natural y farmacéutica hasta el día de hoy, siendo un claro ejemplo de cómo la medicina tradicional puede influir positivamente en la salud moderna.
La Magia en sus Taninos: Composición Química y Principios Activos del Hamamelis
Los beneficios para la salud del hamamelis se atribuyen a su rica composición en compuestos fenólicos, especialmente los taninos, que son los principales responsables de sus propiedades astringentes. Los principios activos más importantes incluyen:
- Taninos: Son los componentes más abundantes y bioactivos, especialmente el hamamelitannin, así como taninos gálicos y elágicos. Los taninos tienen propiedades astringentes, lo que significa que contraen los tejidos, reduciendo la secreción de líquidos y el tamaño de los poros. También son potentes antioxidantes y contribuyen a sus efectos antiinflamatorios y hemostáticos (detienen el sangrado menor). La corteza de la planta es la parte con mayor concentración de hamamelitannin, mientras que las hojas tienen menos.

- Flavonoides: Como la quercetina y el kaempferol, que poseen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, ayudando a proteger las células del daño y a reducir la hinchazón.
- Ácidos Fenólicos: Como el ácido gálico y el ácido cafeico, que también contribuyen a las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
- Aceites Volátiles (aceite esencial): Presentes en muy pequeñas cantidades, contribuyen a sus propiedades antimicrobianas y calmantes. Contienen componentes como el eugenol y el safrol (este último en cantidades insignificantes que no representan riesgo).
- Saponinas y minerales: Aportan propiedades purificantes y nutritivas para la piel.
La combinación sinérgica de estos compuestos, en particular los taninos, es lo que confiere al hamamelis su capacidad única para tensar y tonificar la piel, aliviar la inflamación, reducir el enrojecimiento y proteger contra el daño oxidativo.
El Aliado de tu Piel: Beneficios Clave del Hamamelis para la Salud
El hamamelis es un ingrediente natural muy versátil y valorado por sus amplios beneficios para la salud, especialmente en el cuidado de la piel:
- Astringente Natural: Su principal propiedad. Los taninos contraen los tejidos y los poros, ayudando a:
- Reducir el tamaño de los poros: Ideal para pieles grasas o con tendencia al acné.
- Controlar el exceso de grasa y brillo: Matifica la piel sin resecarla en exceso.
- Tonificar la piel: Deja una sensación de limpieza y frescura.
- Antiinflamatorio y Calmante:
- Alivia el enrojecimiento y la irritación: Excelente para pieles sensibles, quemaduras solares leves, picaduras de insectos, erupciones cutáneas y dermatitis del pañal.
- Reduce la hinchazón: Útil para bolsas debajo de los ojos y otras áreas inflamadas.
- Post-afeitado/depilación: Calma la irritación y previene los pelos encarnados.

- Antioxidante: Los taninos y flavonoides combaten los radicales libres, protegiendo la piel del daño ambiental y el envejecimiento prematuro.
- Cicatrizante Suave: Puede acelerar la curación de cortes menores, rasguños y abrasiones gracias a sus propiedades astringentes y antiinflamatorias que promueven la regeneración de los tejidos.
- Antimicrobiano Leve: Sus componentes pueden ayudar a combatir ciertas bacterias y hongos, contribuyendo a prevenir infecciones en heridas menores y a controlar el acné.
- Alivio para Hemorroides: Aplicado tópicamente (en forma de toallitas o compresas), el hamamelis ayuda a reducir la hinchazón, el dolor, el picor y el sangrado de las hemorroides externas gracias a su efecto astringente y antiinflamatorio.
- Ojeras y Bolsas: Su efecto astringente y antiinflamatorio puede ayudar a reducir la apariencia de las bolsas y ojeras.
El hamamelis es un producto muy apreciado para mantener una piel sana y equilibrada, siendo un pilar en la cosmética natural y un remedio natural confiable.
Formas de Uso y Aplicación del Hamamelis
El hamamelis se utiliza principalmente de forma tópica y en diversas preparaciones para aprovechar sus múltiples beneficios para la salud de la piel:
- Agua de Hamamelis (Destilado de Hamamelis): Es la forma más común y popular. Se produce mediante destilación al vapor de la corteza, las hojas y/o las ramitas. Es un líquido transparente, sin alcohol (o con muy bajo contenido de alcohol añadido como conservante en algunas formulaciones comerciales).
- Tónico facial: Aplícalo con un algodón sobre la piel limpia después de la limpieza para tonificar, equilibrar y cerrar los poros.
- Compresas: Empapa un algodón o paño limpio y aplícalo sobre irritaciones, picaduras, quemaduras solares o áreas inflamadas.
- Alivio de hemorroides: Utiliza toallitas pre-humedecidas con hamamelis o aplica directamente con un algodón.

- Extractos Líquidos: Preparaciones más concentradas, que pueden contener alcohol. Se diluyen antes de aplicar sobre la piel o se incorporan en formulaciones cosméticas.
- Cremas, Geles y Ungüentos: Formulaciones comerciales que contienen extracto de hamamelis, ideales para aplicaciones localizadas en piel irritada, acné, rozaduras o hemorroides.
- Toallitas Húmedas: Toallitas pre-humedecidas con hamamelis, muy convenientes para el alivio de hemorroides o para limpiar y refrescar la piel en movimiento.
- Jabones y Limpiadores Faciales: Incorporado en productos de limpieza para pieles grasas, con acné o sensibles debido a sus propiedades astringentes y purificantes.
- Infusión/Decocción (uso casero): Aunque menos común que el destilado, se pueden preparar infusiones de hojas secas o decocciones de corteza para baños de asiento, compresas o lavados, aunque la concentración de principios activos puede variar.
Es importante verificar siempre la etiqueta de los productos de hamamelis para conocer su contenido de alcohol, ya que las formulaciones con alto contenido de alcohol pueden ser resecantes para algunas pieles.
Precauciones y Consideraciones Importantes al Usar Hamamelis
Aunque el hamamelis es generalmente considerado seguro para uso tópico, es importante tener en cuenta algunas precauciones:
- Irritación por Alcohol: Muchos productos de agua de hamamelis disponibles comercialmente contienen alcohol (etanol) como conservante. Si tienes la piel sensible, seca o irritada, el alcohol puede ser resecante y empeorar la condición. Busca opciones sin alcohol o con bajo contenido de alcohol. Realiza una prueba de parche en una pequeña área de la piel antes de usar el producto extensamente.
- Uso Tópico: Generalmente seguro. Si experimentas enrojecimiento, picazón, ardor o sequedad excesiva, suspende su uso.
- Uso Interno: El uso interno de hamamelis no es común y no se recomienda sin supervisión médica. Los taninos pueden causar malestar estomacal, náuseas, vómitos o estreñimiento. Grandes dosis pueden incluso afectar el hígado. Evita la ingestión a menos que sea bajo estricta indicación de un profesional de la salud.
- Embarazo y Lactancia: No hay suficiente información confiable sobre la seguridad del uso interno de hamamelis durante el embarazo y la lactancia. Para uso tópico, generalmente se considera seguro, pero es mejor consultar a un médico.
- Alergias: Aunque raras, algunas personas pueden ser alérgicas al hamamelis. Si experimentas una reacción alérgica (hinchazón, urticaria, dificultad para respirar), busca atención médica inmediata.
- Ojos: Evita el contacto directo del hamamelis con los ojos, ya que puede causar irritación. Si ocurre, enjuaga con abundante agua.

El hamamelis es un poderoso y versátil remedio natural para el cuidado de la piel, con un legado de uso que se remonta a siglos. Sus propiedades astringentes, antiinflamatorias y antioxidantes lo convierten en un ingrediente natural indispensable para calmar y equilibrar la piel, y para aliviar diversas afecciones cutáneas. Integrar el hamamelis en tu rutina de salud natural puede ser una forma efectiva de mejorar la apariencia y el bienestar de tu piel. Como siempre, un uso informado y responsable, prestando atención a la formulación del producto (especialmente el contenido de alcohol) y a la respuesta de tu cuerpo, te permitirá aprovechar al máximo sus beneficios.
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Referencias Bibliográficas
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